miércoles, 8 de junio de 2011

Un Asambleísta opositor exige revisar contrato con Sabsa


El asambleísta opositor Henry Paredes
lanzó una encomiable iniciativa.

El asambleísta departamental Henry Paredes sugiere que la Gobernación de Cochabamba asuma la administración del aeropuerto Jorge Wilstermann...
El concepto colonizante aplicado por la administradora extranjera Sabsa presupone que todos los usuarios de los aeropuertos bolivianos son exclusivamente turistas norteamericanos o europeos...
El asambleísta departamental opositor Henry Paredes, economista de profesión, sugiere a la Gobernación de Cochabamba asumir la administración del aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, ante la mala administración de la empresa de Servicios Aeroportuarios de Bolivia S.A. (Sabsa) cuyo gerente norteamericano gana un sueldo mensual de  17.000 dólares.
Paredes afirma que el contrato con Sabsa debe ser revisado. “No tenemos ni mangas de abordaje, el aeropuerto está lleno de shopings y para entrar a la terminal se paga un peaje carísimo”, reclamó el Asambleísta, quien además observó que la Terminal de Cochabamba carece incluso de sistemas idóneos de seguridad, cámaras de vigilancia y otros dispositivos cuya inexistencia pone en riesgo la integridad de los usuarios y sus equipajes. Resulta inexplicable que el Aeropuerto Internacional de Cochabamba carezca a estas alturas del siglo XXI con una manga de abordaje de pasajeros, que es norma inevadible en todo el mundo, insistió el representante opositor.
Sol de Pando constató que los aeropuertos internacionales administrados por Sabsa son un auténtico extra-territorio, exclusivo y excluyente, dentro el territorio nacional, son islas de lujo inaccesibles al pueblo común. El ingreso es uno de los más caros con relación a los aeropuertos de países vecinos, una hora de internet cuesta ocho bolivianos, más de un dólar, en comparación con los precios habituales en el resto del territorio nacional.
Los centros comerciales, restaurantes y shopings venden sus productos y servicios indexados al dólar y en forma exhorbitante.
En componenda con la gerencia de Sabsa, existen monopolios de servicio de taxis locales cuyas tarifas son superiores a los precios de los pasajes en flotas interdepartamentales. Ningún ente estatal fiscaliza el destino de todos aquellos ingresos esquilmados a los usuarios por la actual administración aeroportuaria.
El concepto aplicado por la administradora extranjera presupone que todos los usuarios de los aeropuertos internacionales bolivianos son turistas norteamericanos o europeos, sin considerar que este servicio es también usado por ciudadanos bolivianos comunes que lo requieren, especilmente familias campesinas que migran de ida y retorno fuera de las fronteras por razones de sobreviviencia económica.
El aeropuerto de Cochabamba es uno de los más
inaccesibles del país. Un lujo sólo para privilegiados.

El Gerente de Sabsa, el empresario norteamericano Anthony Alicastro, intentó desmentir las denuncias de Paredes asegurando que su empresa realizó inversiones ajustadas al contrato de concesión (que fue suscrito durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada).  Alicastro se negó asimismo a revelar el monto de su sueldo como Gerente de Sabsa.
“Mi sueldo no está en cuestión”, dijo Alicastro a la red ATB de Cochabamba durante el conflicto salarial con los trabajadores de esta empresa, quienes demostraron que el cuestionado Gerente gana un sueldo mensual de 17.000 dólares al mes, incluyendo un “bono” de $us 2.000 mensuales.

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