Los policías evitan confrontaciones y acciones violentas para no ser acusados de “golpistas”; mientras el propio Gobierno, que se endurece ante la demanda de Nivelación de Sueldos y Salarios entre Policía y FF.AA., viene generando un clima casi inminente de Auto-Golpe de Estado buscando una salida militarista a la crisis, lo cual responde al plan exprofeso de un grupo palaciego que rodea estrechamente a Evo Morales…
Fue una marcha pacífica en las calles de Cobija.
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Durante la jornada de este lunes, todas las unidades del distrito policial de Pando, incluyendo efectivos de las policías provinciales acantonadas en los municipios de Porvenir, Puerto Rico, Puerto Gonzalo Moreno, etcétera, desfilaron por las principales arterias de Cobija al son de la banda musical de la guarnición policial de Pando. Con convicción en sus consignas reivindicativas y firmeza en sus demandas, los policías de Pando lograron una marcha pacífica que generó amplia simpatía ciudadana.
Sin discriminación de rangos, tanto jefes y oficiales como sargentos, suboficiales y tropa rasa, coincidieron en evitar generar un clima de violencia en sus movilizaciones, incluyendo dejar sin efecto un anunciado bloqueo del Puente de la Amistad con se conecta con Brasil, a fin de no dar lugar a un posible enfrentamiento con las FF.AA. y demostrar al gobierno que los policías no tienen ningún “afán golpista”.
Lucha por la “Nivelación”
Negociaciones reiniciadas este lunes bajo nuevas condiciones.
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Con Pando, los nueve departamentos de Bolivia se han acuartelado en un estado de amotinamiento de los más de 34.000 efectivos con que cuenta la Policía Boliviana, acción que se radicalizó en las últimas 24 horas a raíz del fallido convenio inducido por el Gobierno la madrugada del domingo con la intención de reducir al mínimo las demandas que exigen los policías del país, en especial la Nivelación Salarial al escalafón vigente en las Fuerzas Armadas y la anulación sin más trámite de la Ley 101. Ambas demandas fueron motivo de las consignas entonadas por los manifestantes en las marchas callejeras realizadas en todo el país; entretanto delegados de los nueve departamentos se desplazaron hacia La Paz para integrarse a la comisión que negociará bajo nuevas condiciones con el Gobierno.
Los ministros de Evo Morales eluden abiertamente la posibilidad de que los policías de diversos grados perciban exactamente similares salarios de lo que ganan los militares, con una abismal diferencia comparativa en la actualidad. El gobierno se limita a ofrecer incrementos irrisorios a través de un bono y raciones alimenticias de tipo asistencialista, usando los mismos fondos del ahorro policial y sin afectar la estructura de la actual Ley Financial que privilegia gastos y recursos del TGN a favor de las FF.AA. Tampoco hay una voluntad decidida de anular legislativamente sin más trámite aquella draconiana Ley 101 que estipula trabajos forzosos en días domingos y feriados para policías “indisciplinados”.
Por esa razón los policías rechazan con indignación el contenido del “trasnochado” convenio suscrito en medio del cansancio físico y sicológicos de los representantes policiales en las negociaciones, quienes han sido desconocidos por ese motivo por las bases amotinadas.
Autogolpe de Estado
El Presidente “avisó” a los militares que los policías quieren “matar plomos”. |
Más allá de reabrir el diálogo para reactivar la fallida negociación el Gobierno, en declaraciones de los propios mandatarios Evo Morales y García Linera, agudiza el clima tenso endilgando a los policías “afanes golpistas”.
Dichas autoridades esgrimieron irresponsablemente “informes de inteligencia” emanados por el Ministerio de la Presidencia (y no precisamente por el Ministerio de Gobierno) donde se acusa a los policías de intentar “asesinar” a miembros de las FF.AA., tal como "denunció" el presidente Evo Morales durante una concentración campesina en Cochabamba, indicando que algunos policías habrían planteado "asesinar plomos".
Con tales calumnias de “inteligencia”, el Gobierno, en vez de promover la pacificación nacional con la responsabilidad política que el caso exige, inculca una mayor animadversión de los militares contra los policías, creándose, ciertamente, un clima convulsivo y pre-golpista.
Hay un clima golpista ciertamente; pero ello está generado por un sector fascista del propio gobierno de Evo Morales que busca generar rupturas con el fin de justificar y precipitar una intervención militar para zanjar la crisis política dándo más poder a los ávidos palaciegos que rodean al Presidente. En tal sentido se puede hablar más bien de un autogolpe en ciernes, una especie de "fujimorismo de izquierda", de cuño estalinista, del cual Sol de Pando ya había advertido en su Editorial publicado el 8 de febrero de este año a propósito del cercenamiento que sufre el Poder Legislativo en sus funciones fiscalizadoras; lo que supone una semi-clausura del principal órgano deliberativo que representa a la sociedad civil en el Estado, a lo cual se suma una creciente política de prebendas y privilegios en favor de las actuales cúpulas militares.
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Video cortesía Amir Andrade
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