Las tumbas de los esposos Zé Claudio Ribeiro da Silva y María do Espírito Santo,
asesinados el 24 de mayo de 2011, en Pará.
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En 2011, 29 de las 172 personas que estaban en la lista de "marcados para morir" fueron asesinados, según datos de la Comisión Pastoral de la Tierra, difundidos por O Globo. Estas cifras dan cuenta de 405 muertos por conflictos agrarios entre 2001 y 2011…
Nueve personas fueron asesinadas en 2012 por los conflictos rurales en la Amazonía brasileña, cinco de ellas en la última semana, denunció el viernes la Comisión Pastoral de Tierra (CPT), que pidió al gobierno trabaje en una reforma agraria y aumente la seguridad.
La muerte más reciente se registró el sábado pasado en el estado de Rondonia (norte). La ecologista Dinhana Nink, de 27 años, recibió un tiro en el pecho dentro de su casa y frente a su hijo de seis años.
Nink vivía en la población de Nova California, próxima a un paso de madera ilegal extraída en el fronterizo estado de Amazonas.
"Ni en Brasil, ni en el mundo conocen nuestra realidad. No lo digo porque mi hija murió, sino porque sé que más personas van a morir", dijo Ermelindo Nink, padre de la víctima al diario O Globo.
En 2011, 29 de las 172 personas que estaban en la lista de "marcados para morir" fueron asesinados, según datos de la CPT, difundidos por O Globo. Estas cifras dan cuenta de 405 muertos por conflictos agrarios entre 2001 y 2011.
"El problema no es sólo la protección. El gobierno federal tiene que desarrollar políticas para el campo, como la reforma agraria", dijo Isolete Wichinieski de la CPT. Actualmente, 299 personas están incluidas en un programa de protección del gobierno. En 2010 había 30 y 172 en 2011.
"Era para haber tenido una reducción mayor en el número de muertes", pero entre 2010 y 2011 "hubo más bien un aumento en el número de amenazados", alertó Wichinieski.
Los programas de seguridad del gobierno están enfocados principalmente en la región amazónica, pero según el Consejo Indigenista Misionario (Cimi) la violencia está llegando a otros estados que no forman parte del foco tradicional, como Minas Gerais (sudeste), que este año ya tiene tres muertos.
En Brasil, un país de tamaño continental, el 1% de la población controla el 46% de las tierras aptas para cultivos.
La Cámara de Diputados tiene previsto votar este mes una reforma de la ley forestal, que define la protección de las grandes selvas tropicales y pone límites a la producción agropecuaria, y que el poderoso sector del agro está empeñado en modificar para aumentar sus tierras cultivables.
El activista castañero Zé Claudio Ribeiro da Silva y su esposa María,
asesinados impunemente por sicarios forestales.
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