sábado, 28 de mayo de 2011

La disputa por las riquezas de la Amazonia es a muerte

El castañero asesinado se dedicaba al cultivo de la almendra, cuidando
este magestuoso árbol de castaña en su estrada comunitaria.
Morir
en defensa
del bosque

La muerte de José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa ocurrió en un momento clave del debate político en torno al futuro de la Amazonia.
Ese martes la Cámara de Diputados de Brasil aprobó un polémico proyecto de ley para disminuir las áreas protegidas de bosque y extender las tierras cultivables.
El llamado Código Forestal, impulsado por la industria agropecuaria, y rechazado rotundamente por ecologistas, propone cambios a la normativa actual, según la cual los establecimientos en la Amazonia deben mantener un 80% de cobertura forestal (La exigencia en otras partes del país es de 20%).
José Claudio Ribeiro da Silva.
La iniciativa contempla que los pequeños agricultores estén exentos de la regla del 80%. Los detractores de la reforma aseguran que los grandes establecimientos podrían aprovecharse de esta norma para violar las prohibiciones de tala, simplemente dividiendo en el papel sus terrenos, colocando parte de los mismos, por ejemplo, a nombre de parientes.
El proyecto propone además reducir la franja de tierra que debe mantenerse intacta en la ribera de ríos y cursos de agua de 30 metros a 15 metros. También concede una amnistía para los productores que talaron ilegalmente bosque en sus tierras antes de 2008.
La disputa por el bosque
El cuerpo sin vida de Dorothy Stang, asesinada.
"Las ONGs son una mafia internacional que impide el desarrollo empresarial en Brasil", dijo a la BBC Katia Abreu, de la Confederación Nacional de Agricultura, que defiende la reforma.
El proyecto, que pasó ahora al Senado, llevó a que los diez ministros de Medio Ambiente que ha tenido el país desde 1973 enviaran una carta a la presidenta Dilma Rousseff instándole a impedir lo que llaman un "desastre ambiental anunciado".
Los opositores del proyecto dicen que entienden la necesidad de aumentar la producción de alimentos en Brasil, pero aseguran que esto puede lograse sin destruir el bosque.
Los establecimientos ganaderos en la Amazonia tienen una productividad promedio de una cabeza por hectárea. "Invirtiendo en mejores variedades de pasturas y fertilizantes yo he logrado aumentar la productividad a 2,5 cabezas por hectárea, sin talar bosque", dijo a la BBC el productor local Percio Barros de Lima.
Una de las matanzas perpetradas en el 2005 en Rondonia.
La deforestación de la selva amazónica de Brasil se multiplicó por seis desde el año pasado, según imágenes satelitales difundidas por el gobierno brasileño la semana pasada.
Las fotografías muestran que entre marzo y abril del 2011 se destruyeron 593 kilómetros cuadrados de bosque, frente a los 103 talados en los mismos meses del año anterior.
El gobierno respondió a estos índices alarmantes de deforestación estableciendo un grupo de emergencia para investigar las causas. Algunos analistas señalan que la tala ilegal está vinculada al debate en el Parlamento y fue llevada a cabo por agricultores que buscan beneficiarse de la aministía prevista en el proyecto de ley.

la nota original
BBC