Ø Ninguna prensa accederá a las fotos obtenidas mientras los norteamericanos capturaban y ejecutaban a Osama Bin Laden, según decisión oficial del presidente Barack Obama. Tampoco se verá en mucho tiempo el video con el cuerpo ungido y echado al mar.
Ø Son (y seguirán siendo) frecuentes los “lapsus” de presentadores de TV, comentaristas y políticos entrevistados que tienden a confundir los nombres del presidente negro y el terrorista asesinado.
Ø Al gobernante norteamericano suelen referirse como “Barack Osama” y al jefe mártir de Al Qaeda frecuentan llamarle “Obama Bin Laden”. Entre Obama y Osama media una diferencia gramatical de apenas una consonante.
Ø Aunque hay una abismal distancia cultural y política entre ambos personajes, Barack Obama y Osama Bin Laden tienen en común una historia que empezó trágicamemte el 11 de septiembre del 2001.
Ø Si no es el 11 de mayo, será el 11 de junio, o quizá el 11 de julio, la esperada represalia terrorista en venganza a la muerte de Bin Laden. El 11 parece un número cabalístico entre los fundamentalistas musulmanes.
Ø Es notable que el presidente “cowboy” George Bush gastó miles de millones de dólares en financiar una guerra para combatir a Osama Bin Laden, mientras Barak Obama liquidó al terrorista con una modestísima táctica.