sábado, 28 de mayo de 2011

El asesinato del castañero Claudio Ribeiro da Silva y su mujer María do Espírito Santo


José Claudio Ribeiro da Silva y su esposa
María do Espírito Santo fueron asesinados.
 El recolector castañero José Claudio Ribeiro y su esposa María do Espírito Santo da Silva fueron baleados en el estado de Pará, el día en que se aprobaba una ley permisiva para que empresarios madereros y agroindustriales arrasen el bosque

“Zé Claudio” Ribeiro da Silva predijo su muerte evocando a Chico Mendes y a pesar de las frontales amenazas de muerte que recibió durante los últimos años, denunciadas reiteradamente, el Estado brasileño no le otorgó ninguna protección

José Claudio Ribeiro da Silva y María do Espírito Santo da Silva fueron muertos a tiros este martes (24 de mayo) en la reserva ambiental donde vivían desde hacía más de dos décadas en el estado de Pará, ganándose la vida con la extracción artesanal de castañas.
La pareja era blanco de amenazas desde hacía años por sus denuncias contra madereros interesados en invadir la reserva para talar ilegalmente variedades de alto valor comercial como la caoba u otro tipo de árboles para la producción de carbón vegetal para la industria siderúrgica.
Zé Claudio y María do Espirito Santo protegían el bosque
amazónico desarrollando un modelo de vida agroforestal.
De acuerdo a la prensa local, a pesar de las denuncias, Da Silva y su esposa jamás consiguieron protección policial.
La presidenta Dilma Rouseff pidió a su ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo, que ordenara a la Policía Federal una investigación del asesinato de la pareja.
El ataque en Pará deja en evidencia una vez más la acérrima lucha en torno a la Amazonia y tuvo lugar apenas horas antes de que la Cámara de Diputados aprobara una polémica reforma legal que según sus críticos acelerará la devastación de la selva amazónica.
"Una bala en la frente"
Advirtió que lo asesinarían durante
este seminario en Manaos, el 2010.
"Hoy estoy hablando ante ustedes, pero en un mes podrían recibir noticias de mi desaparición", había afirmado Ribeiro da Silva en un foro internacional en la ciudad de Manaos en noviembre.
"Defenderé el bosque cueste lo que cueste. Y por eso puedo recibir una bala en la frente en cualquier momento, por mis denuncias contra los madereros. La gente me pregunta si tengo miedo. Sí, soy un ser humano, pero mi miedo no me silencia. Mientras tenga fuerzas para caminar denunciaré a los que destruyen el bosque", agregó el ecologista.
Chico Mendes, asesinado en 1988.
Ribeira da Silva y su esposa vivían en el Proyecto Agroextractivista (Paex) Praialta Piranheira, una reserva de más de 20.000 hectáreas en la que residen cerca de 500 familias, situada en la localidad de Nova Ipuxina, en el norte de Pará. En las reservas Paex está permitida la explotación sustentable de nueces, frutos y caucho, pero no la tala de árboles.
Ribeiro da Silva y su esposa eran dirigentes del Consejo Nacional de Poblaciones Extractivistas de Pará, una organización no gubernamental fundada por Francisco "Chico" Mendes, el recolector de caucho y líder ecologista asesinado por ganaderos en 1988.
Dorothy Stang, asesinada en 2005.
Pará es uno de los puntos más álgidos de disputas por la tierra y Ribeiro da Silva había advertido el año pasado que corría el riesgo de seguir la suerte de Mendes y de Dorothy Stang, la misionera estadounidense asesinada en Pará en 2005 por defender a campesinos sin tierra.
El estado de Pará tiene yacimientos de hierro utilizado en la producción de acero. "El problema hoy en día no es tanto la tala ilegal de maderas nobles que prácticamente se han acabado, sino la tala del bosque que queda, degradado, para la producción de carbón vegetal para la industria siderúrgica", dijo a BBC Mundo Roberto Smeraldi, fundador de la ONG "Amigos de la Tierra - Amazonia".
El velorio de la pareja asesinada el pasado martes 24 de mayo.