Nuestra ética es un vivir diario soportando las estulticias del poder que se violenta ante la transparencia informativa, la mediocridad institucionalizada que es incapaz de gestos generosos, y las bajezas de la hipócrita confabulación que es el método de los reaccionarios y racistas.
Nuestra ética subordina el bienestar de nuestras familias, y de nuestras personas, al interés superior de la Sociedad Civil (militamos en ella). Venimos a servir a la noble comunidad pandina, a nuestro querido pueblo amazónico, ejerciendo nuestra dignidad de bolivianos y nadie lo podrá impedir.
Nuestra ética es un pensamiento nuevo, una nueva hegemonía moral. Nuestra ética no se vende ni se compra. No tiene precio.