jueves, 9 de junio de 2011

Empezó la guerra en el Brasil contra capitalistas depredadores


Rousseff dio la partida para emprender con todo contra los deforestadores.
Una guerra legal, que sin embargo ya arrojó muertos en una ola de asesinatos seriales que estremecieron a la amazonia brasileña durante la última semana de mayo, comenzó en el Congreso brasileño y las trincheras ya están marcadas...

La presidenta Dilma Rousseff vetará una ley impulsada por la ultraderecha que pretende ampliar los márgenes de expansión empresarial, ganadera, forestal y petrolera, y a la vez dejar en la impunidad a una mafia organizada por 200 empresarios madereros acusados de haber talado y exportado ilegalmente unos tres millones de árboles de la Amazonía.
Según la Agencia EFE, la presidenta de Brasil Dilma Rousseff afirmó el pasado miércoles 8 de junio que los responsables de la deforestación en la Amazonía no serán perdonados por ese "crimen medioambiental", pese a que una ley que se debate en el Congreso propone una amnistía.

Las actividades ganaderas y madereras producen este
escenario de franca destrucción del bosque amazónico.
  "No se negociará la cuestión de la deforestación y se cumplirán todos los compromisos asumidos" durante la campaña electoral del año pasado, dijo Rousseff en un acto público, en el que designó a los miembros de una comisión especial que se ocupará de la organización de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sustentable (Río+20).
La jefa del Estado agregó que "no habrá una vuelta atrás en la rueda de la historia", y recordó que el año pasado prometió a los electores que como presidenta vetaría una posible amnistía en favor de los responsables de la deforestación ilegal en la Amazonía.
La Cámara de Diputados, con amplio apoyo de la base gobernante, aprobó hace dos semanas lo que se conoce como Código Forestal, un conjunto de leyes de protección medioambiental que, entre otros puntos, propone perdonar a quienes hasta ahora han talado árboles de forma ilegal.
El proyecto de ley ha pasado al Senado, que todavía no ha comenzado a debatirlo y que se prevé que se demore al menos cuatro meses para discutirlo y votarlo.
Sobre la Conferencia Río+20, Rousseff expresó su esperanza en que contribuirá a afinar las precauciones globales contra el cambio climático, que será uno de los ejes centrales de la cita.