Embelezze es una iniciativa educativa y laboral que integra a migrantes bolivianas en la vida social del Brasil. |
por Angelina Miranda
En general cuando la gente piensa en Bolivia y en los profesionales bolivianos, a menudo se refieren al mercado de alta costura. Y es verdad. Gran parte de la comunidad boliviana sobrevive en este mercado, pero hay que abrir los ojos a otras realidades.
Desde hace cuatro años, el Instituto Embelezze de Brasil ofrece una interesante oportunidad de capacitación para las inmigrantes bolivianas que llenan las aulas de los cursos de peinado, maquillaje, peluquería.
Desde hace cuatro años, el Instituto Embelezze de Brasil ofrece una interesante oportunidad de capacitación para las inmigrantes bolivianas que llenan las aulas de los cursos de peinado, maquillaje, peluquería.
Una oportunidad para diversificar sus opciones de trabajo y a un costo bastante accesible, en comparación con otras escuelas que se especializan en el mismo campo.
Pero las ventajas no son sólo de orden económico, se trata de una oferta académica ajustada a las necesidades de la demanda. Una de las diferencias de esta franquicia es que la edad de los estudiantes es bastante flexible —de 14 a 55 años—. El 60% del alumnado está constituido por bolivianas migrantes. Y no sólo las mujeres se inscriben en los cursos, el 10% del alumnado son hombres.
Ya desde la entrada se puede ver la presencia de latinos. Todos son recibidos con la sonrisa de Mónica Ulla, la recepcionista de nacionalidad boliviana, que ofrece información sobre los cursos y los requisitos que los postulantes deben cumplir. "Me gusta estar aquí, es un placer trabajar en esta empresa", dice.
Pasando la recepción, en las aulas con cerca de 18 estudiantes hay también profesionales de otras nacionalidades como Rocío Arellano, de nacionalidad paraguaya que se graduó en el instituto y actualmente es profesora. Enseña a los estudiantes las técnicas de corte, teñido e hidratación.
Según la directora, Noely Caixeiro, contar con colaboradores de otras nacionalidades que hablan español en una escuela con un alto índice de inmigrantes, ayuda al proceso de aprendizaje del alumnado. "A veces, tenemos estudiantes que llegaron a Brasil hace poco tiempo y no dominan el portugués, el maestro ayuda a entender algunas expresiones difíciles en español”, explica.
Pero las ventajas no son sólo de orden económico, se trata de una oferta académica ajustada a las necesidades de la demanda. Una de las diferencias de esta franquicia es que la edad de los estudiantes es bastante flexible —de 14 a 55 años—. El 60% del alumnado está constituido por bolivianas migrantes. Y no sólo las mujeres se inscriben en los cursos, el 10% del alumnado son hombres.
Ya desde la entrada se puede ver la presencia de latinos. Todos son recibidos con la sonrisa de Mónica Ulla, la recepcionista de nacionalidad boliviana, que ofrece información sobre los cursos y los requisitos que los postulantes deben cumplir. "Me gusta estar aquí, es un placer trabajar en esta empresa", dice.
Pasando la recepción, en las aulas con cerca de 18 estudiantes hay también profesionales de otras nacionalidades como Rocío Arellano, de nacionalidad paraguaya que se graduó en el instituto y actualmente es profesora. Enseña a los estudiantes las técnicas de corte, teñido e hidratación.
Según la directora, Noely Caixeiro, contar con colaboradores de otras nacionalidades que hablan español en una escuela con un alto índice de inmigrantes, ayuda al proceso de aprendizaje del alumnado. "A veces, tenemos estudiantes que llegaron a Brasil hace poco tiempo y no dominan el portugués, el maestro ayuda a entender algunas expresiones difíciles en español”, explica.
El plus cultural
El Instituto Embelezze no sólo promueve el desarrollo laboral de las migrantes bolivianas en la urbe brasileña. Impulsa también la promoción cultural de la comunidad de nuestro país en esa capital, organizando eventos como la “Feria Cultural Boliviana Embelezze” (foto) que se realizó el pasado año en un stand sobre la calle Coimbra de Sao Paolo donde nuestras compatriotas se explayaron exhibiendo la riqueza gastronómica, artesanal y musical de Bolivia.
El método
ü El aprendizaje no sólo es teórico, las estudiantes también tienen clases prácticas.
ü En amplias salas que simulan ser salones de belleza, las alumnas son entrenadas en variados estilos de corte de cabello, para lo que usan maniquíes especialmente diseñados.
ü Para aplicar sus conocimientos en técnicas de hidrataciones y teñidos, las alumnas deben llevar voluntarias (familiars o amistades) dispuestas a someterse a dichas prácticas con la supervisión de la instructora.
ü Las prácticas se realizan los días viernes desde el medio día hasta las ocho de las noche.