Según el informe sobre el Estado Ambiental de Bolivia 2009-2010, difundido por la Liga de Defensa del Medio Ambiente, la degradación de los suelos en nuestro país es pavoroso especialmente en zonas ecológicamente vitales para la sobrevivencia humana, donde actividades extractivas industriales arrasan bosques y vergeles.
Por otro lado está la contaminación en las ciudades, producto de los gases vehiculares, la basura y las aguas residuales. Asimismo, los efectos del cambio climático también muestran los daños. En Bolivia se percibe en la reducción del recurso agua, desastres por inundaciones, plagas y cambios en los calendarios agrícolas.
Con la eliminación de los bosques, como defensores naturales, la erosión eólica es una amenaza constante principalmente en los llanos de país.
Hoy más que nunca debemos reflexionar sobre el futuro nacional en términos de nuestro hábitat.