A mediados de la década, España era uno de los destinos preferidos de los inmigrantes latinoamericanos. Estaba la garantía de un idioma conocido y el anhelo de trabajar y vivir con estándares europeos. Sin embargo, tras la crisis que comenzó en 2008 y cuyos efectos aún se sienten en Europa, el norte de muchos de los trabajadores comenzó a apuntar a Brasil, actual símbolo de despegue y oportunidades en el continente, y otros países latinoamericanos, como Argentina y Chile. Precisamente, diversos estudios sobre la respuesta de los inmigrantes a la recesión, a los que tuvo acceso la cadena BBC Mundo, sostienen que.
De hecho, en 2010 se produjo un registro inédito en 35 años en España, cuando la tasa de salida de población activa fue mayor que la de entrada. Ese año, 48.000 inmigrantes llegaron a España y 43.000 retornaron a sus países de origen. Todo eso, sin contar que hubo 90.000 españoles que fueron a probar suerte en el exterior. El ritmo es tan acelerado, que el flujo de llegada, en sólo cinco años, puede ser casi nulo. Así, si la crisis se mantuviese como hasta ahora, en 2014 llegarían a España sólo 3.000 inmigrantes, según cálculos de la española Fundación de Estudios de Economía Aplicada.
Lo cierto es que el 65% de los inmigrantes indocumentados en España está pensando o tiene decidido cambiar Europa por otro lugar si no logra encontrar trabajo antes de 2012, de acuerdo con una encuesta de la empresa de recursos humanos Randstad, incluida en el estudio "Movilidad social". Josep Oliver, profesor de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona y coautor del Anuario de Inmigración de España -que elabora el Ministerio del Interior-, le dijo a BBC Mundo que "el 80% de los inmigrantes no tiene otra opción que ir al aeropuerto rumbo a mercados con mejores opciones, como Brasil, que ofrece oportunidades sólidas".
En Brasil, esta tendencia también se ha notado, con un aumento del 30% en las autorizaciones de trabajo para extranjeros: si en el primer trimestre de 2010 se cursaron 11.500 permisos, en los primeros tres meses de este año se registraron 15.000 autorizaciones. Y eso incluye a trabajadores altamente calificados. "Con la crisis en Europa y la lenta recuperación de EE.UU. la demanda de profesionales de otros países por Brasil es cada vez mayor", dijo Leonardo Ribero, director de la firma brasileña Fesa, especializada en reclutar a altos ejecutivos, citado por el diario O Globo.
En esa línea, un estudio de la consultora Adecco y la Universidad de Navarra destacó que el 55% de los españoles con alta formación coloca a Brasil entre los seis países a los que emigraría por trabajo. Pero la tendencia al aumento en la inmigración en los últimos años no es exclusiva de Brasil.
En Argentina, las solicitudes para obtener residencia permanente saltaron de 30.347 en 2008 a 98.316 en 2010 (es decir, más de un 200%), siendo ciudadanos paraguayos, bolivianos y peruanos quienes más han realizado este trámite.
En tanto, en Chile, el número de inmigrantes aumentó más de un 50% en los últimos cinco años, pasando de 247 mil a 370 mil en la actualidad. El 61% de ellos proviene de los países vecinos, pero también se ha visto un fuerte aumento de inmigrantes procedentes de Colombia, Ecuador y República Dominicana.