El líder cavineño Isaac Achipa Yona, en entrevista con Sol de Pando. |
A pesar de que el Territorio Indígena Cavineño que cruza los límites de Pando y Beni posee una diversidad de recursos naturales apetecidos por empresarios nacionales y extranjeros, las condiciones de vida de estos pueblos originarios siguen siendo deplorables…
Según Leonardo Tamburini, director ejecutivo del Cejis, los indígenas de las tierras bajas de Bolivia (que incluye a los norte-amazónicos) no cesan de organizarse a partir de demandas que se fueron planteando en los últimos 25 años; y entre esas varias demandas uno de los principales motorizantes de la organicidad indígena es la reivindicación territorial y el control de los recursos naturales, que tomó cuerpo especialmente en década de los noventa.
Confirmando aquello, en noviembre del año pasado, el Capitán Grande del Pueblo Cavineño Isaac Achipa Yona, directivo de la Central Indígena de Pueblos Originarios de la Amazonia de Pando (Cipoap) planteó en una entrevista con Sol de Pando una nueva política en la entrega de concesiones auríferas dentro los territorios indígenas, exigiendo el pago de regalías directamente a las organizaciones originarias.
Achipa es representante del Territorio Indígena Multiétnico (TIM 2) conformado por la etnia Cavineña en los municipios pandinos de El Sena, San Lorenzo, Bella Flor, Gonzalo Moreno y San Pedro. “Los depredadores auríferos hacen allí de las suyas contaminando los ríos y asolando pueblos”, denunció.
A pesar de que el Territorio Indígena Cavineño que cruza los límites de Pando y Beni (colindado con Riberalta) posee una diversidad de recursos naturales apetecidos por empresarios nacionales y extranjeros, las condiciones de vida de estos pueblos originarios siguen siendo deplorables.
“Es inconcebible que con tanta riqueza natural nuestros niños sigan muriendo de desnutrición”, reclamó Achipa.
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